martes, 15 de abril de 2014
TORRIJAS
La
torrija es un alimento de origen humilde, de fácil
elaboración y que en cada casa recordamos y asociamos a esta época del año.
Buscando un poquito el origen de este postre, nos encontramos con
que aparece documentada en el siglo XV, citada por Juan
del Encina: «miel y muchos huevos para hacer torrejas».
Era, a comienzos de siglo XX muy habitual en
las tabernas y se servía con vasos de vino, incluso, en algunos
casos las torrijas, en vez de con leche se elaboran con vino blanco o
con vino tinto.
Su asociación a la cuaresma, se debe, tal vez a la
necesidad de aprovechamiento del pan sobrante.
Tal cual la conocemos en nuestro país, es una
rebanada de pan, empapada en leche y rebozada en huevo, que se fríe en aceite y
se aromatiza con azúcar y canela; en otros países la encontramos en variantes
como el "pain perdu" en Francia, la "french toast" en Reino
unido, o la "rabanada" en Portugal.
Esta que os presento, es una receta sencilla y
deliciosa, vamos con ella.
INGREDIENTES:
1 l de leche
Pan para torrijas o pan del día anterior
4 cucharadas de azúcar moreno
4 cucharadas de azúcar blanco
2 cucharadas de canela
Piel de un limón
1 rama de canela
aceite de girasol
ELABORACIÓN:
Ponemos a hervir la leche con la piel del limón y con la
ramita de canela.
Una vez que empieza a hervir, retiramos del fuego y dejamos
reposar.
Cortamos el pan; yo en este caso he usado dos tipos de pan:
uno en barra y otro, pan de molde especial para torrijas.
Mientras esperamos que la leche se enfríe, mezclamos los dos
tipos de azúcar con la canela.
Batimos los huevos.
Con la leche tibia, comenzamos a rebozar el pan; primero pasándolo
por la leche y después por el huevo, retiramos el exceso y lo freímos en aceite a media temperatura,
le damos la vuelta y retiramos a un plato con papel absorbente.
Es el momento de pasar la torrija por la mezcla de azúcar y
canela.
Ya podemos disfrutar de estas deliciosas torrijas.
Buen provecho.
viernes, 11 de abril de 2014
Callos a la gallega
Hoy os presento una de esas recetas tradicionales, típicas de
nuestra gastronomía; Los callos.
En mi casa es uno de los platos que prepara mi abuela o mi madre
cuando nos reunimos todos en casa.
A muchos os puede parecer muy laboriosa,
pero en realidad, no tiene más misterio que introducir, una serie de
ingredientes, en una gran olla y dejar que se cocinen con mucho mimo.
Ésta es, la
receta de mi familia.
INGREDIENTES:
1 Kg. de
garbanzos
700 g. de
vientre de ternera
1 pata de
ternera cortada en varios trozos
2 chorizos
2 orejas de
cerdo
2 morros de
cerdo
3 cucharadas
de pimentón dulce
1/2
cucharada de pimentón picante
Para el
atadillo:
1 bolsa de
red
1 cebolla
perejil
2 hojas de
laurel
1 guindilla
3 dientes de ajo enteros
ELABORACIÓN:
Hoy en día el vientre de ternera suele venir muy limpio, de
todas formas es conveniente dejarlo en agua la noche anterior.
También será necesario dejar a remojo los
garbanzos, a desalar la oreja y el
morro.
En una olla grande ponemos agua y en cuanto empiece a hervir,
incorporamos la pata de ternera
y carne del vientre cortadita en
cuadrados pequeños, la oreja y el morro también cortaditos en trozos pequeños.
Introducimos también nuestro atadillo
en la olla.
Dejamos que cueza aproximadamente 1
hora y añadimos los chorizos y los garbanzos.
Es el turno de condimentar con el
pimentón y dejar que hierva a fuego medio aproximadamente 1 hora.
Probamos de sal, y listo.
Es recomendable y ganan en sabor
elaborar los callos el día antes, de esa forma el caldo queda más espeso; de
todas formas si nos gusta muy espeso podemos usar algún espesante como un
poquito de maizena disuelta en agua fría y se la añadimos al caldo antes de
ponerlo a hervir.
Buen provecho.
sábado, 5 de abril de 2014
TARTA SALADA DE ESPINACAS CON QUESO AZUL EN MASA FILO
Hoy os propongo una receta
con pasta filo; para todos aquellos que no la conocéis aquí os dejo una breve
introducción:
La pasta filo es una masa
o pasta blanda, fina y transparente como una hoja de papel, elaborada con
harina común, aceite, sal y agua.
Podemos situar su origen
en Grecia y se utiliza especialmente en la cocina griega y árabe, para
repostería y rellena de preparaciones saladas. Yo recomiendo comprarla pero puede elaborarse de forma
casera y se preserva hasta un año congelada.
En la cocina la pasta filo
no debe estar nunca o lo menos posible, expuesta al aire mientras no se trabaja
con ella, ya que tiende a endurecerse y por lo tanto deja de ser manejable.
La pasta filo se conserva
herméticamente cerrada, en la nevera o en el congelador. En el primer caso debe
sacarse de la nevera un poquito antes de trabajar con ella. En el segundo,
además, debe estar unas ocho horas antes en la nevera, luego unas 3 horas fuera
de la nevera.
Existe otra pasta muy
parecida a la filo pero de origen magrebí y que es más utilizada en nuestras
cocinas, es la pasta brik. Una especie de crepe, una oblea muy
hojaldrada, de textura crujiente, una vez rellena y bien frita u horneada, ha
logrado encandilar a los paladares más selectos.
Bien, vamos entonces con
la receta:
INGREDIENTES:
1kg de espinacas frescas
100gr de queso azul
1 huevo L batido
sal
aceite
mantequilla
ELABORACIÓN:
Lo primero será rehogar
las espinacas con un poquito de aceite de oliva. Una vez rehogadas, escurrimos
el exceso de líquido y reservamos.
Colocamos unas 3 láminas
de pasta filo en la base de nuestro molde y encima disponemos las espinacas.
Cortamos unos trocitos de
queso azul y lo vamos espolvoreando encima de las espinacas.
Vertemos el huevo batido y
cerramos hacia el centro del relleno los bordes de la pasta filo.
Pincelamos con mantequilla
fundida los bordes y metemos al horno 20 minutos a 180º C.
miércoles, 2 de abril de 2014
TARTA DE FRUTAS
La tarta de frutas en esta época es un clásico de las pastelerías y nos atrae porque nadie puede resistirse ante el color y la frescura de este tipo de tartas.
La tarta lleva una crema muy ligera que combina a la perfección con la
fruta.
En esta ocasión estas son las frutas que yo he utilizado, pero podéis
usar las frutas que más os gusten. Del mismo modo, yo la he realizado con un
molde redondo, podéis disponer la tarta en un molde rectangular y con otra
disposición de la fruta.
Animaos a prepararla, es sencilla, deliciosa y repetiréis seguro.
INGREDIENTES:
1 lámina de pasta brisa
3 yemas de huevo
500ml de leche
120gr de azúcar
Piel de un limón
40 gr de harina fina de maíz
1 plátano
2 kiwis
2 melocotones
10 fresas
20-25 uvas
2 cucharadas de mermelada de
melocotón
3 cucharadas de agua
2 hojas de gelatina
ELABORACIÓN:
Disponemos la lámina de pasta
brisa en el molde, que si es desmontable mejor, y le dejamos el papel vegetal
en el que viene envuelta la masa. Pinchamos toda la base para evitar que suba en el
horno. Metemos al horno 10- 15 minutos a 200º C. Sacamos y reservamos.
Para la crema, en un bol batimos las yemas con la harina y 150 ml de
leche; el resto de la leche la ponemos al fuego con la piel del
limón. Llevamos a ebullición, retiramos la piel del limón y
vamos poco apoco añadiendo la mezcla del bol, sin dejar de mover, hasta
que vamos viendo que la crema espesa. Retiramos del fuego y
reservamos.
Mientras se enfría la crema vamos picando las frutas a nuestro gusto.
Ponemos toda la crema sobre la pasta brisa horneada y cubrimos
toda la superficie con nuestras frutas. Para evitar que la fruta se oxide y darle brillo, preparamos
un almíbar. Ponemos en un cazo la mermelada de melocotón y el agua,
dejamos que hierva, apartamos del fuego e incorporamos las hojas de
gelatina hidratadas. Con un pincel de silicona pincelamos toda la superficie.
Dejamos reposar el almíbar encima de la fruta y guardamos la tarta en la
nevera.
miércoles, 26 de marzo de 2014
martes, 18 de marzo de 2014
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